En los últimos años, se han experimentado importantes retrocesos en el camino hacia la igualdad de género, tal como lo revela el Informe Global sobre la Brecha de Género publicado por World Economic Forum (WEF). La pandemia del COVID-19 ha alterado las oportunidades educativas y laborales de las mujeres y las niñas, exacerbando las disparidades de género existentes y generando nuevos desafíos. Mientras que algunas regiones han comenzado a recuperarse, otras se enfrentan a un deterioro aún mayor debido a las crisis en curso. Se han registrado algunas mejoras leves en la reducción de las brechas de género en salud y educación, sin embargo el progreso en el empoderamiento político se ha estancado y la participación económica de las mujeres ha retrocedido en lugar de recuperarse.
La brecha de género a nivel global se evalúa mediante una puntuación del 68,4% en el año 2023, considerando los 146 países incluidos en el índice. Esta puntuación refleja el porcentaje de reducción de la brecha de género. En comparación con el año pasado, se ha observado una leve mejora de 0,3 puntos porcentuales. Aunque el avance es positivo, es importante destacar que, al ritmo actual de progreso, se requerirían 131 años para lograr una igualdad de género total. A pesar de que la puntuación global de paridad ha regresado a niveles similares a los anteriores a la pandemia, desafortunadamente, el ritmo general de cambio se ha desacelerado significativamente.
Ningún país ha alcanzado la paridad de género completa, aunque los nueve países que más han avanzado en la reducción de la brecha de género son: Islandia, Noruega, Finlandia, Nueva Zelanda, Suecia, Alemania, Nicaragua, Namibia y Lituania. Islandia, por decimocuarto año consecutivo, ocupa la primera posición, habiendo cerrado más del 90% de su brecha de género.
Europa supera a otras regiones con la puntuación más alta en paridad de género, un 76,3%, seguida de América del Norte (75%) y América Latina y el Caribe (74,3%). La región de Oriente Medio y Norte de África se queda atrás, con la puntuación de paridad más baja, del 62,6%.
A pesar del aumento de la participación de la mujer en la población activa mundial, las diferencias de género persisten. La tasa de participación en la población activa ha mejorado ligeramente, pero sigue estando por debajo de su nivel máximo de 69% del 2009. Las mujeres también se enfrentan a tasas de desempleo más altas que los hombres, y cuando están empleadas, muchas experimentan condiciones de trabajo deficientes, con una parte significativa trabajando en la economía informal.
La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) comenta observaciones adicionales sobre El Índice Global de Brecha de Género: “La brecha se hace aún mayor cuando se observan los ingresos que todos los hombres y mujeres que trabajan —no solo los trabajadores a tiempo completo— se llevan a casa al final del año, ya que las mujeres tienden a dedicar menos horas al trabajo remunerado que los hombres”, según lo reporta La Jornada.
La representación de las mujeres en puestos directivos sigue siendo inferior a la del conjunto de la mano de obra. A nivel mundial, en promedio, las mujeres ocupan sólo el 32,2% de los puestos directivos, en comparación con el 41,9% que representan en el conjunto de la fuerza laboral. Esta disparidad se acentúa aún más cuando nos enfocamos en los puestos de liderazgo, donde la representación femenina desciende al 25%. Estos datos revelan los desafíos a los que se enfrentan las mujeres en su ascenso a roles directivos y de liderazgo. Es especialmente notable en sectores como la construcción, los servicios financieros y el sector inmobiliario, donde la brecha de género es aún más pronunciada. Estas áreas presentan obstáculos adicionales que dificultan la progresión profesional de las mujeres, lo que limita su participación en la toma de decisiones estratégicas y el desarrollo de políticas empresariales.
Las ocupaciones STEM (ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas) son empleos bien remunerados con un crecimiento proyectado significativo. Sin embargo, las mujeres siguen estando infrarrepresentadas en estos campos. Según datos de Linkedin sobre los perfiles laborales de sus miembros, las mujeres representan sólo el 29,2% de los trabajadores de STEM, a pesar de constituir el 49,3% del empleo total en áreas no relacionadas con las STEM. Aunque el porcentaje de mujeres graduadas en STEM que obtienen empleo en estos campos está aumentando, la retención de ellas disminuye significativamente un año después de la graduación. Además, en roles altos de liderazgo en STEM, como VP y C-suite, la representación femenina es baja, alcanzando el 17,8% y el 12,4%, respectivamente. En cuanto a la inteligencia artificial (IA), la presencia femenina en este campo ha aumentado lentamente, siendo aproximadamente el 30% en la actualidad, un aumento de sólo 4 puntos porcentuales desde 2016.
El Informe sobre la Brecha Global de Género destaca la urgente necesidad de tomar medidas concertadas para la lucha constante por la paridad de género en todo el mundo. Cerrar la brecha de género no sólo es fundamental para empoderar a las mujeres y las niñas, sino que también tiene un impacto positivo significativo en las economías y las sociedades. Al impulsar el crecimiento, fomentar la innovación y fortalecer la resiliencia, lograr la paridad de género puede generar transformaciones sustanciales. El informe sirve como una valiosa herramienta para los líderes, permitiéndoles realizar un seguimiento coherente de las brechas de género en diversas áreas, como la economía, la política, la salud y la educación, lo que facilita la identificación de áreas que requieren acciones individuales y colectivas.